La monarquía de Luxemburgo en crisis: ¡María Teresa acusa públicamente!
El Gran Duque Enrique de Luxemburgo dimitirá en 2025 después de 25 años. María Teresa expresa preocupación por la monarquía y su percepción.

La monarquía de Luxemburgo en crisis: ¡María Teresa acusa públicamente!
El gran duque Enrique de Luxemburgo abdicará el 3 de octubre de 2025 tras 25 años al frente de la monarquía luxemburguesa. Su hijo mayor, el gran duque hereditario Guillaume, le sucederá en el trono. Guillaume tiene 43 años y, junto con su esposa Stéphanie, conducirá el Gran Ducado hacia una nueva era. Los abuelos abdicantes, el gran duque Jean y la gran duquesa Joséphine-Charlotte, siempre habrían rechazado tal evolución, que se asemeja al estilo de la celebridad.
En medio de este período de transición, María Teresa, casada con Enrique durante 44 años, plantea importantes preocupaciones sobre la percepción pública de la monarquía. Alto Mercurio Critica que se conceda excesiva importancia a la apariencia exterior de la monarquía, mientras que las acciones reales a menudo quedan relegadas a un segundo plano. María Teresa, que lleva décadas haciendo campaña por los derechos de las mujeres y contra la violencia contra las mujeres, lamenta que ahora se equipare a las familias reales con celebridades.
Retos para la monarquía
El año pasado fue desafiante para la pareja gran ducal, marcado por la pandemia del coronavirus y la necesaria reestructuración de la corte. El Primer Ministro Xavier Bettel y el Enviado Especial Jean Waringo apoyan reformas integrales relacionadas con las finanzas, la gestión de recursos humanos y el papel de María Teresa. El informe Waringo revela que “no hay lugar” para María Teresa en la corte, lo que ejerce más presión sobre ella en su papel.
En una entrevista, Henri se confesó a su esposa y le explicó que la monarquía tenía que contar con un fuerte apoyo de la pareja gobernante. Dice que aún quedan muchas tareas por completar antes de poder entregar las riendas a Guillaume, incluida la integración de los no luxemburgueses y la búsqueda de un equilibrio entre desarrollo económico, ecología y bienestar social. Se adhiere al lema de la reina Isabel: "Nunca expliques, nunca te quejes".
María Teresa reflexiona sobre su papel de própria y admite que siente la presión de la corte, no siempre sintiéndose a la altura de las expectativas. “También existe la sensación de querer eliminar a personas en la corte”, revela. Aunque aún no ha llegado el momento de que Enrique y María Teresa dejen sus funciones, se enfrentan a una nueva era en su monarquía.
Estas tensiones y desafíos dejan claro que la familia real de Luxemburgo se enfrenta a un punto de inflexión en el que las cuestiones de la percepción pública y la responsabilidad internacional son cada vez más importantes.